Hubo discursos y videos alusivos, junto con la presentación del coro municipal. Además, se le entregó un diploma al presidente del Centro de Veteranos de Guerra General Alvarado, Marcelo Bernardi.
MIRAMAR (Corresponsal)- Pasaron 36 años de la Guerra de Malvinas pero el recuerdo sigue latente para muchos y en ese sentido, a pocos días del 14 de junio fecha donde finalizó la gesta en 1982, el Colegio de Arquitectos, delegación General Alvarado decidió realizarles un homenaje a los ex combatientes pertenecientes a este distrito.
El acto se desarrolló en la sede profesional situada en calle 24 al 1200 de Miramar, donde hubo discursos con palabras de reconocimiento a los soldados, la participación del coro municipal en la entonación del himno nacional y también se proyectó un video de Atahualpa Yupanqui recitando “La hermanita perdida”, en alusión al archipiélago situado a 1533 kilómetros en línea recta desde esta ciudad.
Uno de los momentos más especiales quedó reflejado en la voz del presidente del Centro de Veteranos de Guerra, Marcelo Bernardi quien estuvo junto a Eduardo Niela, su compañero de servicio militar y de “pozo” mientras duró el conflicto bélico.
“Mi historia durante la guerra prácticamente ya la conocen, con el agregado que estuve 11 meses internado en un hospital. Fuimos heridos con la misma bomba y tenemos una excelente relación que perdura desde hace años. Lamentablemente vimos morir muchos pibes en las islas y también durante la post guerra. Nunca hay ganadores ni perdedores”, dijo.
“En mi caso me arrancaron la adolescencia y cuando volvimos fuimos olvidados muchos años. Me tuvo que ir a vivir a Estados Unidos porque nadie nos daba trabajo, por suerte eso cambio después de mucho tiempo y hoy la gente nos reconoce como héroes”, agregó Bernardi.
“Aunque da un poco de vergüenza decirlo, fuimos valorados mucho antes en otros países que en nuestro propio territorio, pero agradezco a la gente que está siempre, este tipo de reconocimiento es una caricia para nosotros”, sostuvo el presidente del centro de ex combatientes.
Por su parte, Eduardo Niela manifestó que, “hay muchos compañeros que hoy con 55 años prefieren no hablar del tema y están en todo su derecho, cada cual lleva esto como puede. Yo quería estudiar educación física, jugar al fútbol en Buenos Aires pero cuando volví ya no era el mismo”.
“Al poco tiempo de llegar al continente sufrí la muerte de mis padres y otros sucesos que me marcaron, pensé que mi vida estaba terminada pero tuve la entereza de salir adelante algo que muchos no pudieron hacer”, concluyó el veterano marplatense.